Aunque Volvo Cars exige un máximo nivel de calidad tanto a sí misma como a sus proveedores, pueden producirse incidencias relativas a la calidad de los productos. Tras el minucioso examen de todas la implicaciones en la seguridad y satisfacción del cliente, incluyendo las oportunas consideraciones legales, Volvo Cars transmitirá a todos los mercados correspondientes las acciones correctivas. Ello se realiza a través de boletín de calidad (QB).
Un boletín de calidad incluirá información sobre el contenido de las políticas y, en especial, detalles relacionados con lo siguiente:
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La naturaleza técnica del problema
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La gama de vehículos implicados
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La acción a adoptar
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Procedimientos de reclamación
A cada boletín de calidad se le asigna su identificador alfanumérico único. Los Boletines de calidad se dividen en las siguientes seis categorías bien diferenciadas:
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Active Service Action (A)
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Limited Action (L)
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Policy (P)
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Recall (R)
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Service Action (S)
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Delivery Stop (D)
En principio, todas las categorías de boletín de calidad son válidas internacionalmente, si bien es posible que no se introduzcan en todos los mercados. Pueden ser implementadas en vehículos transitorios por cualquier concesionario Volvo en cualquier mercado.
Todos los vehículos de los clientes y los concesionarios, independientemente del país de origen, deben examinarse en cada servicio o cita de reparación para la identificación de boletines de calidad pendientes, a excepción de las políticas. Los concesionarios deberán tratar de completar los boletines de calidad identificados (excepto las políticas) antes de que el vehículo abandone el taller. Esta tarea debe realizarse de forma gratuita para el cliente. Todos los vehículos en existencias sin vender, tanto nuevos como usados, deben ser revisados y ha de completarse con ellos todos los boletines de calidad aplicables (excepto las políticas) antes de su entrega al cliente.